El infinito en un junco - Irene Vallejo

Primero de todo debo pedir disculpas, he tardado mucho tiempo en acabar de leer este libro, se han juntado dos causas, la primera, el trabajo, mucho trabajo, acostumbrado a leer cada día he tenido que relegar este privado placer a ciertos días, robando minutos al día agotador. Segundo, es por un problema personal. Cuando me gusta demasiado lo que leo, sobre todo en libros de ensayo, suele pasarme algo que para muchos es incomprensible, o eso creo yo, y no es otra cosa que intentar saborear cada palabra, poco a poco, intento alargar ese momentum lector al infinito, como el propio nombre de este ensayo de Irene.

El infinito en un junco es un regalo, sí, un regalo a todos y cada uno de nosotros que hemos encontrado en los libros un refugio a las tempestades de la vida cotidiana. Por eso Irene, quiero darte las gracias desde este humilde blog, de un humilde aprendiz de escritor. 

Os voy a contar un secreto, poca gente lo sabe, hará unos años me enteré de algo que mi cerebro hace, para mi siempre fue algo normal, inocente de mí pensaba que todo el mundo experimentaba lo mismo, por eso de pequeño no entendía que a mis amigos no les gustara leer. No era la única causa, el embrujo de la letra negra sobre papel amarillo ha cautivado como bien dice Irene a miles de personas, y no precisamente por mi secreto.

Mi secreto es que tengo una especie de sinestesia, a la par de una imaginación un tanto alarmante si me dejáis decirlo, algunas palabras tienen un color determinado, si las juntamos con ciertas frases ocurre a veces y no siempre, algo maravilloso, descubro un sabor especial, un dulce para mi cerebro, no es que sea muy habitual como ya he dicho antes, lo sé, no soy un gran sinestésico, pero gracias a ese punto maravilloso que mi cerebro me da de tanto en tanto, ocurre algo inesperado, pocas veces me ha pasado, y ese punto inesperado es justo lo que me ha pasado con este libro. 

El infinito en un junco es un viaje a la historia de los libros, desde el Nilo, hasta los ebooks, pero no es un libro de historia, es un libro de la vida de aquellos y aquellas que junto a un trozo de papiro, pergamino o papel nos han regalado momentos de placer, en la privacidad más absoluta que se desarrolla entre el escritor y el lector, esa intimidad que hace que durante milenios la humanidad haya conservado de mil maneras diferentes el conocimiento para postergarlo a generaciones futuras a futuros momentos íntimos de placer. 

Irene cuenta como nadie las aventuras y desventuras de ese invento que tanto nos ha cautivado a lo largo de los siglos y que sin él no seríamos como somos, los libros. Vuelvo al punto inicial, he tardado tanto en leer esta obra porque no quería que acabara nunca. Ha sido un viaje maravilloso por la vida de tantos y tantas que ayudaron a que los libros ayudaran a avanzar a la humanidad. Los libros nos han contado secretos inconfesables, nos han hecho descubrir cosas inauditas, nos han hecho aprender, nos han hecho amar, odiar, discutir, y sobre todo, nos han hecho felices.

Sin lugar a dudas El infinito en un Junco es un regalo de Irene a su amante secreto, su amante es la letra sobre papel, y lo ha querido decir y publicar para que todo el mundo lo sepa, sabiendo que, al igual que ella, muchos tantos también amamos a ese mismo amante. Gracias Irene, no te conozco pero ya eres mi amiga, tu regalo me ha regalado momentos maravillosos que no olvidaré nunca. 

No lo dudéis, leed este regalo de Irene.



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